“Detrás de las catástrofes está casi siempre el error humano; no podemos evitarlo, pero sí minimizar sus efectos”

  • Vicent Pons i Grau, que ha recibido el Premio Memorial Patxi Sánchez, ha afirmado que «el riesgo más difícil de controlar es la actitud de la persona», y ha apuntado que es el “exceso de confianza”, más que el desconocimiento, la causa más habitual de errores que desencadenan siniestros. 
  • Ingeborg Porcar Becker, directora del Centro de Crisis de la Facultad de Psicología de la UAB, ha asegurado que el ámbito de las emergencias puede beneficiarse de los cursos universitarios en línea, ya que estos permiten extender de manera fácil y rápida información que puede ser vital en situaciones de crisis. 
  • Los organizadores de las Jornadas de Gerencia de Riesgos y Emergencias hacen una valoración muy positiva de la décima edición y destacan la afluencia de casi 300 alumnos de la ESO a los talleres en materia de seguridad.

 

Donostia, viernes 27 de mayo de 2016.- «El desarrollo tecnológico implica la aparición de nuevos riesgos y de siniestros que, de forma ineludible, se van a producir, por lo que la única opción es tratar de minimizar las consecuencias de estas catástrofes». Así lo cree Vicent Pons i Grau, ingeniero industrial, quien ha asegurado que «en la práctica totalidad de los incidentes, el origen es un error humano, causado generalmente por un exceso de confianza».

Pons i Grau, que tras su conferencia en las Jornadas de Gerencia de Riesgos y Emergencias ha recibido el Premio Memorial Patxi Sánchez, ha afirmado que «el riesgo más difícil de controlar es la actitud de la persona». En su charla, ha explicado que el objetivo de la tecnología forense es «buscar alternativas» para que los resultados del error humano, «que se va a dar, hagamos lo que hagamos», sean lo más leves posible.

Pons i Grau considera que los mayores riesgos en nuestro entorno son las centrales nucleares y la industria petroquímica. Como ejemplo, ha citado las nubes tóxicas que pueden generarse por un error y que acaban afectando a la población, aunque ha matizado que el riesgo tecnológico «está bastante controlado» porque las medidas de seguridad son cada vez mejores.

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El ponente ha asegurado que los planes de prevención «no deben intentar evitar el suceso, porque se va a producir tarde o temprano, sino que su objetivo es minimizar sus efectos». En este sentido, ha aludido a las inundaciones provocadas por las mareas vivas en Gipuzkoa, y ha apuntado que la única alternativa es prepararse para que cuando vuelvan a suceder, los daños sean los menores posibles.

Las conferencias pronunciadas hoy han completado el cartel de las X Jornadas de Gerencias de Riesgos y Emergencias, organizadas por la UPV-EHU, los bomberos de Donostia, la Guardia Municipal y MARSH. La décima edición ha sido valorada muy positivamente por los organizadores que, entre otras cuestiones, han destacado la alta participación en los talleres de seguridad dirigidos a niñas y niños de la ESO. Cerca de 300 alumnos se han acercado a lo largo de la semana a la carpa instalada en el exterior del edificio Korta de la UPV-EHU para recibir formación en primeros auxilios y pautas de actuación en caso de incendio. Josu García, uno de los organizadores de las jornadas, se ha mostrado muy satisfecho por la buena acogida de los tutores y los estudiantes a estos cursos: “Son prácticas que no suelen tener posibilidad de realizar, y les han impactado bastante”. Además de los talleres, también han subrayado el gran nivel y la profesionalidad de las ponencias que se han impartido, algunas de las cuales eran parte de tesis doctorales o de investigaciones de importantes centros tecnológicos con financiación europea.

Formación online en psicología de emergencias

Cuando sucede un terremoto, una inundación o cualquier tipo de catástrofe en cualquier punto del planeta, la formación online puede ayudar a los afectados a gestionar mejor la crisis. Esta es la idea que ha defendido Ingeborg Porcar Becker, directora del Centro de Crisis de la Facultad de Psicología de la UAB, en una ponencia en la que ha partido de su experiencia como coordinadora y docente de un curso de Primeros Auxilios Psicológicos en una plataforma digital que cuenta con más de 115.000 alumnos inscritos. La profesora y psicóloga ha apuntado que el ámbito de las emergencias puede beneficiarse de los cursos universitarios en línea, más conocidos como MOOC (Massive Open Online Courses), ya que su ubicuidad, eficiencia y adaptabilidad permiten extender fácilmente contenidos que pueden resultar de gran utilidad en determinadas situaciones.

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Como ejemplo, la ponente ha mencionado el terremoto de Nepal del año pasado y el más reciente de Ecuador. En este último, desde el curso coordinado por Porcar se facilitó un “kit de emergencias para recuperación psicológica” que fue descargado por cerca de un millar de personas. Gracias a los vídeos y demás material formativo compartido virtualmente, las personas que se encontraban en el lugar de los hechos recibían instrucciones acerca de cómo socorrer psicológicamente a la población. Una ayuda de vital importancia, según ha asegurado la psicóloga, porque la aparición de un cuadro de estrés grave que se extienda en el tiempo podría evitarse con unos primeros auxilios psicológicos adecuados. Ante una catástrofe “casi todo el mundo presenta una primera reacción de estrés agudo”, ha asegurado Porcar. “El 60% lo superan y el 40% desarrollan estrés postraumático”; la diferencia puede radicar en recibir o no una atención de calidad.

Por último, la ponente ha admitido que “la formación online tiene mala prensa”, especialmente en determinados sectores como la formación en emergencias, pero ha defendido que se debe a errores del pasado. Según los nuevos modelos, “el contenido está hecho a medida para el soporte online” y combina la educación presencial (realización de exámenes) y no presencial (charlas online de reconocidos expertos internacionales).

 

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