Haritz M.E. jamás hubiera imaginado que su método para reventar las puertas de los trasteros en los que presuntamente robada le fuera a delatar. Las marcas de su zapatilla han servido a la Guardia Municipal de Donostia para proceder a su detención. El sospechoso dejó su huella en nada menos que cuarenta robos.
Han sido varios meses de investigación. La Guardia Municipal de Donostia llevaba tiempo tras la pista de este individuo y de su cómplice. La sucesión de robos en trasteros les había puesto en alerta. Según datos aportados por fuentes jurídicas y que posteriormente han sido confirmadas por desde la Inspección de la Guardia donostiarra, los autores se dedicaban a la sustracción de trasteros en diferentes zonas de la ciudad.
Vecinos de la calle José Ignacio Ugarte, situada cerca de las actuales cocheras de los autobuses de Donostia, así como de los barrios de Morlans o Riberas de Loiola, habían sufrido sus incursiones.
Los ladrones, tras reventar las puertas de los trasteros a base de patadas, sustraían del interior aquellos objetos que pudieran ser de su interés, como bicicletas o cascos de motos. Había ocasiones en las que en una misma noche forzaban hasta diez de estas dependencias
La investigación llevada a cabo por la Guardia de Donostia permitió la detención de Haritz M.E., de 33 años, vecino de la capital guipuzcoana. El acusado fue sorprendido in fraganti por una patrulla de seguridad ciudadana.
La destreza de uno de los agentes que intervino en el arresto, que se percató de que el dibujo de la suela de la zapatilla del acusado coincidía aparentemente con la huella de la patada que se dibujaba en la puerta, llevó a investigar si el arrestado y el autor de los robos registrados en los meses anteriores eran la misma persona.
Para ello fue necesario cotejar uno por uno todos los dibujos de la patadas que fueron localizadas en los cuarenta trasteros. La realización de una prueba pericial confirmó posteriormente que en todos los casos, las huellas eran idénticas.
Las posteriores averiguaciones realizadas por los agentes de la Guardia urbana adscritos al caso permitieron asimismo descubrir que el sospechoso actuaba en compañía de un cómplice, M.K.G., de 19 años de edad y de nacionalidad marroquí, que asimismo ha sido detenido.
Las dos personas arrestadas han sido puestas ya a disposición de la autoridad judicial. Ambas están imputadas por la comisión de un delito contra el patrimonio. Los detenidos quedaron en libertad tras prestar declaración en las dependencias judiciales.
www.diariovasco.com