Cuando la Dra. Joanne Liu, presidenta de Médicos sin fronteras intervino el 2 de septiembre de 2014 ante la ONU y habló muy clarito: «Los estados miembros no pueden centrarse sólo en proteger sus fronteras. Nos hallamos ante una crisis transnacional con implicaciones sociales, económicas y de seguridad de todo el continente africano. Ustedes, los estados tienen la responsabilidad histórica de actuar ahora. No podemos aislar a los países afectados y esperar que la epidemia se extinga por sí misma. Para apagar el fuego, tenemos que entrar en el edificio en llamas». Algo, por otra parte, que los servicios de emergencia sabemos muy bien. Este aviso se producía seis meses después de que el 14 de marzo de que la oficina de Médicos sin fronteras en Suiza fuera informada por el Ministerio de Salud en Guinea de una «misteriosa enfermedad».
El 18 de marzo de 2014 MSF ya abrió el primer centro de tratamiento, el 21 de Junio ya se habían detectado virus en más de 60 localidades de Guinea, Liberia y Sierra Leona y MSF alertaba de que la epidemia estaba totalmente fuera de control, no fue hasta el mes de Agosto que la OMS, Organización Mundial de la Salud, declarara el brote como emergencia de salud pública internacional.
El pasado 21 de mayo la Dra. Margaret Chan, Directora General de la OMS en la alocución inaugural ante el foro de la OMS sobre investigación y desarrollo para el ébola decía que: «En las emergencias, la coordinación es el primer elemento esencial. El segundo es un intercambio oportuno y transparente de información …./… En ese sentido, la respuesta de I+D al ébola marca un acontecimiento histórico y pionero. Los institutos de investigación pública, las entidades privadas de financiación, la sociedad civil, los países y la industria se han unido de un modo que no tiene precedentes para defender el mundo contra una enfermedad mortífera y muy temida.»
Además el 26 de mayo, este mismo martes, la OMS aprobó la creación de un fondo de 100 millones de dólares para emergencias de salud como la epidemia de ébola, que estará bajo la autoridad de la directora general de la OMS. En el marco de la 68 Asamblea Mundial de la Salud, los estados miembros avalaron la iniciativa de la Dra. Chan «para establecer un plan conceptual inicial relativo a la creación de un cuerpo mundial de profesionales sanitarios que responda a los brotes y emergencias con consecuencias sanitarias«. La OMS había sido muy criticada por su lenta respuesta para declarar la emergencia internacional.
A grandes males, grandes remedios. Quizás demasiado tarde para las casi 27.000 personas que se han contagiado hasta ahora, de las cuales han muerto 11.132. Guinea con 3.635 contagiados y 2.407 muertos, Sierra Leona con 12.632 contagiados y 3.907 muertos y Liberia con 10.666 contagiados y 4.806 hasta la fecha, han sido los paises donde se ha cebado la epidemia. (Todos estos datos se pueden monitorizar puntualmente a través del Global Ebola Response Monitoring and Mapping System de la OMS.)
Médicos sin fronteras en las Jornadas
No es el primer brote de ébola, entre 1976 y 2014 se han producido 17, éste sería el 18. ¿Qué es lo que hace a este diferente?. Que por primera vez el mismo mes de marzo la epidemia había llegado a una ciudad, a Conacry capital de Guinea con 2.000.000 de habitantes, con lo que los contagios se predijeron que iban a ser exponenciales, como así fue realmente.
Así nos lo contaron Teresa Gilarte, delegada en la zona norte de MSF con amplia experiencia sobre el terreno, quién junto a Dña. Mercedes Arróniz, médico de familia de Osakidetza que combina su trabajo en el centro de salud con misiones sobre el terreno y con experiencia en el ébola en el Congo y en Mali participaron en las Jornadas el miércoles 27.
Nos expusieron el funcionamiento de MSF y sus líneas de trabajo, el desarrollo de la crisis del ébola y los medios movilizados por MSF. Muy interesante el informe que ha emitido Médicos sin fronteras: «Pushed to the limit and beyond. A year into the largest ever Ebola outbreak». Ciertamente impresionante:
9,446 pacientes admitidos en centros MSF. 5,168 confirmados. 2,449 altas médicas.
RHH.
Puestos: 2,560 personal nacional y 225 internacional (Rotación de 1,300 cooperantes)
Formación (Bruselas): 800 cooperantes MSF y 250 de otras organizaciones
Más de 1,500 toneladas de equipamiento enviadas
Centros tratamiento (230 camas)
Proyectos en : GUINEA, SIERRA LEONA, LIBERIA, MALI, NIGERIA y RDC.
Y quizás un dato que ponía todo esto en contexto: 28 trabajadores MSF contagiados de los que han fallecido 14. Después de este dato escuchamos con más atención lo que Mertxe Arróniz nos expuso, alguien que abandona la comodidad de nuestro sistema sanitario para irse a mitad de la nada a tratar de echar una mano.
Con mucho rigor nos aclaró aspectos de los que poco se habla y que generan mucho miedo como que el virus no se transmite por vía aérea, que se transmite por los fluidos y por tanto una de las mejores medidas es evitar el contacto y mantener una distancia de seguridad, que el periodo de incubación es entre 2 y 21 días siendo lo habitual de 7-10 días, que el virus es muy lábil y facilmente eliminable con desinfectantes comunes y algo muy importante de saber: que un contagiado no contagia hasta que no desarrolla la enfermedad.
Los síntomas presentes en las primeras fases de la enfermedad como fiebre, naúseas, cefaleas y cansancio son muy comunes lo que hacen muy sencillo confundir con otras enfermedades como la malaria o gripe y que por tanto la detección precoz necesita de medios de confirmación de la enfermedad a través de la sangre.
A mayor carga viral, mayor capacidad de contagiar. Con lo que hay una cosa más contagiosa que un enfermo de ébola, un fallecido de ébola. Uno de los problemas de la estrategia de intervención contra el ébola, los funerales y entierros seguros. Los cadáveres deben ser tratados como bolsas de virus, aunque dicho así suene fuerte.
Nos expuso el rigor de los protocolos de intervención en los centros de tratamiento. La disposición de los mismos, la preparación de los intervinientes, la importancia del trabajo en pareja, etc.
Y así se habló de tantas cosas que es difícil de trasladar todo aquí. Quedaron muchas preguntas en el aire, como el hecho de que un sistema sanitario de tan alto nivel como el nuestro, con un sólo infectado por ébola produzca un contagio como el vivido con Teresa Romero en Madrid. O, en el plano personal que es lo que mueve a irse en medio de la nada a convivir con una realidad como el ébola.
Aprendimos mucho, sobretodo que no se puede volver la espalda a esta epidemia. Un solo enfermo de ébola es una epidemia. Amenaza global con respuesta global. Es el mundo en que vivimos, gracias que personas como Teresa y como Mertxe y la existencia de Médicos sin Fronteras lo hacen un poco mejor.
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Médicos sin fronteras, empujados al límite. Un año de ébola
Cuando la Dra. Joanne Liu, presidenta de Médicos sin fronteras intervino el 2 de septiembre de 2014 ante la ONU y habló muy clarito: «Los estados miembros no pueden centrarse sólo en proteger sus fronteras. Nos hallamos ante una crisis transnacional con implicaciones sociales, económicas y de seguridad de todo el continente africano. Ustedes, los estados tienen la responsabilidad histórica de actuar ahora. No podemos aislar a los países afectados y esperar que la epidemia se extinga por sí misma. Para apagar el fuego, tenemos que entrar en el edificio en llamas». Algo, por otra parte, que los servicios de emergencia sabemos muy bien. Este aviso se producía seis meses después de que el 14 de marzo de que la oficina de Médicos sin fronteras en Suiza fuera informada por el Ministerio de Salud en Guinea de una «misteriosa enfermedad».
El 18 de marzo de 2014 MSF ya abrió el primer centro de tratamiento, el 21 de Junio ya se habían detectado virus en más de 60 localidades de Guinea, Liberia y Sierra Leona y MSF alertaba de que la epidemia estaba totalmente fuera de control, no fue hasta el mes de Agosto que la OMS, Organización Mundial de la Salud, declarara el brote como emergencia de salud pública internacional.
El pasado 21 de mayo la Dra. Margaret Chan, Directora General de la OMS en la alocución inaugural ante el foro de la OMS sobre investigación y desarrollo para el ébola decía que: «En las emergencias, la coordinación es el primer elemento esencial. El segundo es un intercambio oportuno y transparente de información …./… En ese sentido, la respuesta de I+D al ébola marca un acontecimiento histórico y pionero. Los institutos de investigación pública, las entidades privadas de financiación, la sociedad civil, los países y la industria se han unido de un modo que no tiene precedentes para defender el mundo contra una enfermedad mortífera y muy temida.»
Además el 26 de mayo, este mismo martes, la OMS aprobó la creación de un fondo de 100 millones de dólares para emergencias de salud como la epidemia de ébola, que estará bajo la autoridad de la directora general de la OMS. En el marco de la 68 Asamblea Mundial de la Salud, los estados miembros avalaron la iniciativa de la Dra. Chan «para establecer un plan conceptual inicial relativo a la creación de un cuerpo mundial de profesionales sanitarios que responda a los brotes y emergencias con consecuencias sanitarias«. La OMS había sido muy criticada por su lenta respuesta para declarar la emergencia internacional.
A grandes males, grandes remedios. Quizás demasiado tarde para las casi 27.000 personas que se han contagiado hasta ahora, de las cuales han muerto 11.132. Guinea con 3.635 contagiados y 2.407 muertos, Sierra Leona con 12.632 contagiados y 3.907 muertos y Liberia con 10.666 contagiados y 4.806 hasta la fecha, han sido los paises donde se ha cebado la epidemia. (Todos estos datos se pueden monitorizar puntualmente a través del Global Ebola Response Monitoring and Mapping System de la OMS.)
Médicos sin fronteras en las Jornadas
No es el primer brote de ébola, entre 1976 y 2014 se han producido 17, éste sería el 18. ¿Qué es lo que hace a este diferente?. Que por primera vez el mismo mes de marzo la epidemia había llegado a una ciudad, a Conacry capital de Guinea con 2.000.000 de habitantes, con lo que los contagios se predijeron que iban a ser exponenciales, como así fue realmente.
Así nos lo contaron Teresa Gilarte, delegada en la zona norte de MSF con amplia experiencia sobre el terreno, quién junto a Dña. Mercedes Arróniz, médico de familia de Osakidetza que combina su trabajo en el centro de salud con misiones sobre el terreno y con experiencia en el ébola en el Congo y en Mali participaron en las Jornadas el miércoles 27.
Nos expusieron el funcionamiento de MSF y sus líneas de trabajo, el desarrollo de la crisis del ébola y los medios movilizados por MSF. Muy interesante el informe que ha emitido Médicos sin fronteras: «Pushed to the limit and beyond. A year into the largest ever Ebola outbreak». Ciertamente impresionante:
9,446 pacientes admitidos en centros MSF. 5,168 confirmados. 2,449 altas médicas.
RHH.
Puestos: 2,560 personal nacional y 225 internacional (Rotación de 1,300 cooperantes)
Formación (Bruselas): 800 cooperantes MSF y 250 de otras organizaciones
Más de 1,500 toneladas de equipamiento enviadas
Centros tratamiento (230 camas)
Proyectos en : GUINEA, SIERRA LEONA, LIBERIA, MALI, NIGERIA y RDC.
Y quizás un dato que ponía todo esto en contexto: 28 trabajadores MSF contagiados de los que han fallecido 14. Después de este dato escuchamos con más atención lo que Mertxe Arróniz nos expuso, alguien que abandona la comodidad de nuestro sistema sanitario para irse a mitad de la nada a tratar de echar una mano.
Con mucho rigor nos aclaró aspectos de los que poco se habla y que generan mucho miedo como que el virus no se transmite por vía aérea, que se transmite por los fluidos y por tanto una de las mejores medidas es evitar el contacto y mantener una distancia de seguridad, que el periodo de incubación es entre 2 y 21 días siendo lo habitual de 7-10 días, que el virus es muy lábil y facilmente eliminable con desinfectantes comunes y algo muy importante de saber: que un contagiado no contagia hasta que no desarrolla la enfermedad.
Los síntomas presentes en las primeras fases de la enfermedad como fiebre, naúseas, cefaleas y cansancio son muy comunes lo que hacen muy sencillo confundir con otras enfermedades como la malaria o gripe y que por tanto la detección precoz necesita de medios de confirmación de la enfermedad a través de la sangre.
A mayor carga viral, mayor capacidad de contagiar. Con lo que hay una cosa más contagiosa que un enfermo de ébola, un fallecido de ébola. Uno de los problemas de la estrategia de intervención contra el ébola, los funerales y entierros seguros. Los cadáveres deben ser tratados como bolsas de virus, aunque dicho así suene fuerte.
Nos expuso el rigor de los protocolos de intervención en los centros de tratamiento. La disposición de los mismos, la preparación de los intervinientes, la importancia del trabajo en pareja, etc.
Y así se habló de tantas cosas que es difícil de trasladar todo aquí. Quedaron muchas preguntas en el aire, como el hecho de que un sistema sanitario de tan alto nivel como el nuestro, con un sólo infectado por ébola produzca un contagio como el vivido con Teresa Romero en Madrid. O, en el plano personal que es lo que mueve a irse en medio de la nada a convivir con una realidad como el ébola.
Aprendimos mucho, sobretodo que no se puede volver la espalda a esta epidemia. Un solo enfermo de ébola es una epidemia. Amenaza global con respuesta global. Es el mundo en que vivimos, gracias que personas como Teresa y como Mertxe y la existencia de Médicos sin Fronteras lo hacen un poco mejor.