«El desarrollo tecnológico implica la aparición de nuevos riesgos y de siniestros que, de forma ineludible, se van a producir, por lo que la única opción es tratar de minimizar las consecuencias de estas catástrofes». Así lo cree Vicent Pons i Grau, ingeniero industrial, quien ha asegurado que «en la práctica totalidad de los incidentes, el origen es un error humano, causado generalmente por un exceso de confianza».